My Music

jueves, 6 de junio de 2013

Objetos con historia, historias con objetos

La historia continua, pero no termina todavía. Hoy le toca al segundo grupo volverse los protagonistas de este teatro antiguo, llevado al tiempo actual (ya vendrá mi oportunidad, la espero con ansias). El cometido era distinto esta semana, lo que debían hacer era traer un objeto, que fuera importante, que les recuerde a alguien, o que con el hayan pasados gratos momentos, un objeto cuya existencia te hace recordar la felicidad en sí, y que por lo tanto sería un objeto del cual no podrían desprenderse jamás en su vida, bajo ninguna circunstancia (o por lo menos eso creían).

Ya en la clase en sí los objetos eran varios; peluches, cadenas, libros, anillos, y gran variedad más. Se volvieron a apagar las luces, se cerraron las cortinas, se volvió a hacer aquel "circulo sagrado", protector y guardián de historias, en una primera instancia nos quedamos de pie, pero con el pasar del tiempo, terminamos sentándonos todos en el suelo frío, en un clima de cercanía.

Los objetos son únicos
Pero esperen falta una última sorpresa, algo que cambiaría todo el sentido a estos "amuletos", que nuestros compañeros traían consigo, el profesor les explico porque los habían traído en realidad, resulta que no solo debían contar sus historias, sino, que también debían regalar y desprenderse de aquel objeto que tenían en sus manos, al menos simbólicamente, debían dárselo a una persona dentro del mismo círculo, que quisieran, o que creyeran le serviría tener aquel amuleto, ya con esto aclarado, las historias comenzaron a surgir. Nos volvimos nuevamente empáticos ante ellas, eran historias de vida muy variadas y distintas (obvio todos los somos), pero algunas con una pizca de cercanía entre algunas, en lo que corresponde a mí, personalmente, me sentí identificado con algunas, eran experiencias que yo también había vivido, solo que en un contexto clara y totalmente distinto. Podía entender hasta cierto punto que sentían algunos de ellos, aunque en realidad jamás fuera exactamente lo mismo.

El circulo se ha formado
Las historias serían avanzando y mientras la gente se expresaba, desquitaba, o simplemente abrían su vida ante el resto, y con esto se "liberaban" en cierta forma de algunas ataduras, más aun cuando se desprendían de aquel objeto tan importante en sus vidas y se lo entregaban a otro compañero en manera de cariño y apoyo.


Algo muy importante me quedó de todo esto, a gran diferencia de la mayoría de los que estaban exponiendo, mi pensamiento ante los objetos es distinto, me explico, muchos de ellos decían no encariñarse ni apegarse mucho a estos, ya sea por distintos motivos, pero en lo que concierne a mí, yo soy muy apegado a estos, no en el sentido material, sino en el espiritual, para mi cada objeto tiene una historia, cada uno de los que yo atesoro, o representan un gran momento en mi vida o a una persona importante para mí, algunos hasta ambas, es por eso que yo soy más apegado a estos, y debo decirles que son muchos los que guardo y atesoro con mi vida.
Amuletos varios

El drama ceremonial

Nada será como lo era antes. Esa es la consigna que quedó en mí, luego de esta clase, cuyo tema era: el drama. Digo que nada será como antes debido al gran cambio que sufrió el espectro y entorno en cuanto al ramo, particularmente en cuanto a mis compañeros, al como los veo y ahora conozco un poquito más, debo admitir  que ahora la conexión entre todos nosotros creció un poco más, y espero lo siga haciendo en los años venideros. Pero hablemos de la clase en sí,  volvimos a dividirnos en 3 grupos, a cada uno le toca una tarea distinta, con el pasar de las clases iremos revelando como continua cada una de estas historias.

Diarios, muchos diarios, miles de diarios
El primer grupo debía llevar muchos, muchos diarios, nadie sabía con certeza para que, por lo tanto, antes de la clase las especulaciones eran varias, finalmente cuando ya estábamos ahí supimos a que venía todo esto, básicamente todo se trataría de, pues, drama. En la antigüedad y en sus comienzos este era una actividad sagrada, de culto a los dioses, aunque no veneraríamos ningún ser superior, el profesor quiso mantener ese aspecto ceremonial.

Los chicos debían pensar y reflexionar (más bien era la tarea de todos, pero con gente que sería la protagonista en esta ocasión), debían escoger a una persona, una persona que haya sido importante y significativa en su vida, que haya sido su pilar fundamental  quizás, o una especie de mentor, o simplemente alguien al que quieran mucho. Luego debían escoger algo que representará a esa persona, un objeto característico, o quizás algo más parecido a un símbolo, o un simple emblema, no importaba que fuera, solo importaba lo que ese objeto (el cual debían hacer con los mismos papeles de diarios que habían llevado), significará.
Las lindas querían posar
Las manos se pusieron a la obra mientras el resto de nosotros trataba de adivinar que hacían, veíamos con gran incertidumbre y curiosidad, y esperábamos con anhelo saber y entender que significaban para cada uno de ellos. Mientras tanto, mi mente seguía  divagando sobre a quién y cómo hubiera representado yo en aquella situación, a alguien que fuera importante para mí. Muchos nombres se cruzaron por mi mente, muchos recuerdos, buenos y malos momentos, pensaba en la relación con esas personas, el cómo las conocí, el cómo influyeron en mi vida, en como su sola presencia era capaz de alegrarme el día de una manera sorprendente.


El Buda de papel


Todavía con mis pensamientos volando, los chicos ya iban terminando sus obras. Se nos dio permiso para fotografiarlas y compartir con ellos unos minutos, luego llegamos a la parte más importa, y más profunda de la clase, se apagaron las luces, se hicieron 2 círculos en el suelo (más adentro los protagonistas, más afuera el resto), nos sentamos y comenzamos a compartir sus vidas, sus historias, sus emociones, él como esas personas las cambiaron y formaron tal cual son hoy en día, fue sumamente emocionante, la cercanía era  muy grande, nos volvimos empáticos, sentimos lo que ellos sentían.

miércoles, 5 de junio de 2013

Falta un último baile...

Antes de comenzar debo admitir que esta clase es la que más ganas tenía de escribir, pues a mi parecer, es la mejor clase que hemos tenido,  la que más me ha gustado y la que más me he acercado a lo que es el ramo en sí, es decir, creatividad.

Para hacer movimiento creativo siempre se debe soltar el cuerpo antes, por esto hicimos la misma dinámica de la clase anterior, caminar, soltar los brazos, estirarse, todo lo que involucre dejar el cuerpo preparado para moverse libremente. Pero la clase no solo se trataría de eso, antes teníamos una tarea que realizar: formamos grupos, cada integrante tenía un numero, luego nos separamos y juntamos con el resto de la gente que tuviera el mismo número que uno. En aquel grupo debíamos escoger un concepto que tuviera que ver con la carrera, escogimos "COMPAÑERISMO", la misión es ardua, en un par de clases más deberemos entregar un objeto, recuerdo, imagen, lo que sea que represente aquel concepto (más adelante nos tocara revelar cómo termina esta historia).

Desde el suelo es otra perspectiva
Ya con todo esto listo viene el movimiento en sí, nos dividimos en 3 grupos, el primero eran las chicas que todavía sentían dolor por la vacuna que se nos administró aquel día, el segundo la gente que quería hacer una dinámica de expresión con sus mascaras, ambos grupos se fueron de la sala a realizar sus tareas en un aura de misterio y duda sobre lo que finalmente harían, y bueno el tercer grupo, el mío, se quedo para realizar la mejor dinámica de movimiento e improvisación que jamás se me habría cruzado por la mente que llegaría a hacer. Hubo una segunda división, mi grupo iba primero, la tarea era simple salir adelante e improvisar, moverse de cualquier forma, sin pensar, sin darse muchas vueltas, solo moverse con el alma, tal como si no hubiera otra oportunidad de moverse así nunca más en nuestras vidas.

Maquinaria en funcionamiento
La sensación cuando uno estaba allí delante era indescriptible, uno se desinhibía, se sentía libre, no importaba nada más solo importaba el seguir moviéndose y divirtiéndose. Nos juntábamos, nos quedábamos quietos, salían otros 2, continuábamos moviéndonos... era una de las mejores sensaciones. Al finalizar nos juntamos todo el grupo, y bajo la una tela, liberamos a nuestra alma creativa, se hicieron diversos ruidos, éramos una máquina en funcionamiento y con gran potencial.


Tan solo relájate...

Salió el otro grupo, se divirtió, se expreso de la misma forma que lo había hecho mi grupo antes, claramente no es lo mismo estar allí delante que estar viéndolo, pero se transmitía la misma alegría que creo transmitió mi grupo. Entran los grupos que estaban afuera, debemos mostrar nuevamente lo que habíamos hecho, ellos nos mostraron una historia, con movimientos improvisados y mascaras, fue bastante divertida. Finalmente el último grupo, las chicas, nos hicieron acostarnos en el suelo, cerrar los ojos, y dejarnos llevar por unos "instrumentos", que en realidad eran objetos cotidianos, nos serenamos con los sonidos, calmamos nuestras mentes, cuerpos y almas.

Esta es la gente que quiero... Esta es mi nueva familia

¡Te ordeno que te muevas ahora mismo!

Ropa ligera, una sensación térmica baja, un clima nublado, una semana agotadora, la misma sala "Brígida Flores" que nos ha albergado en varias de nuestras clases cotidianas... Solo falta poner de tu parte.

Nos tocaba "movimiento creativo", ¿qué significa esto?, bueno significa básicamente moverse, pero no cualquier movimiento típico que uno realiza en el día a día (puede que algunos si lo sean, pero todo depende del contexto), sino, ir más allá de lo normal y substancial, es decir, transformar simples gestos y movimientos en una forma de transmitir emociones, y de expresarse (de allí también el nombre de expresión corporal).

Todo comienza muy simple, solo tienes que caminar, pero no como se camina normalmente, no por instinto, o por costumbre, debes caminar pensando, sintiendo cada paso, dándose cuenta del movimiento de tus músculos, del frió suelo, de tus articulaciones estirándose y contractándose para dar cada paso, de tu cuerpo tratando de mantener el equilibrio, de varias cosas más que uno normalmente no se detiene a pensar. 
Los buenos modales son lo primero
Esa dinámica me recordaba un poco al texto de Julio Cortázar: "Instrucciones para subir una escalera", ya que, de una forma u otra, te hace pensar  en esas cosas que nosotros hacemos cotidianamente sin reflexionar en el cómo las hacemos. Ya avanzando la clase no solo bastaba con caminar, había que hacerlo por todas partes, por todo el espacio, entre toda esa mescolanza de gente cuando te encontrabas con alguna de frente debías hacer distintas tareas: darle la mano, mirarla a los ojos,  apretarle las mejillas, o una oreja, en fin, distintas dinámicas, que solo lograban sacarnos una sonrisa, y generar situaciones hilarantes, aunque no se nos estaba permitido hacer ruido, debo admitir que era una tarea casi imposible.

Ahora les quiero hacer una pregunta: ¿qué pasa cuando debes escoger a una persona al azar (la que esté más cerca tuyo) y tienes que transmitir distintas emociones y sentimientos solo estando espalda con espalda? Creo que la respuesta es simplemente tocando y moviéndose, pues eso debíamos hacer. Las emociones eran diversas, como felicidad, calma, pasando también por rabia y tristeza. Ya vamos despidiéndonos con el tiempo, diciendo simplemente con la espalda: adiós.
Solo con tu espalda puedes decir mucho

Ya era hora de las últimas dinámicas, primero se debía mover al son de la música, se encorvan las manos, se levanta el brazo derecho, luego el izquierdo, se levantan los hombros, se mueve la cabeza, en fin se mueve casi todo el cuerpo superior, tan solo debes seguir el ritmo, es tu única tarea.


La última actividad era en grupos, te sentabas, agarrabas la mano del compañero, y comenzabas a transmitirle, a través del calor, del movimiento de los dedos y de tu energía, emociones como: cariño, apoyo, alegría, serenidad, entre otras. Ibas creando una conexión, una unión de su ser con el tuyo, solo a través de tus manos. Te familiarizabas con su persona, con su ser, con sus  emociones, con todo lo que esa persona es, te volvías parte de ella y ella se volvía parte de ti.

martes, 4 de junio de 2013

La labor debe terminarse

Hoy es día de continuar la labor comenzada hace tres clases atrás, es la hora de continuar el trabajo con nuestras mascaras. Ha primera instancia cuando fuimos a buscar las mascaras, estaban todas juntas y no lograba encontrar la mía, de repente entre todas las demás, como si fuera un momento de iluminación divina, apareció, supongo que no fui el único que le pasó, pero para mí fue como si se destacará sobre el resto, creo que más bien es por lo extraño que es ver tu cara ahí plasmada sobre la mesa.

Puliendo y lijando
Ya con máscara en mano, me dedique a arreglarla un poquito, no era demasiado lo que se tenía que hacer, debido al gran trabajo que realizó Maritza, mientras me llenaba la cara de yeso. Ya con la máscara seca y firme gracias a la pasta muro, comenzó el arduo trabajo de pensar en cómo la pintaría, que le haría, que sería lo más parecido (o preciso) a representar quien soy. Desee hacerle líneas negras a los ojos, en ese momento me quede pensando, que sería mejor una máscara blanca con líneas negras, o una máscara negra con líneas blanca, opte por la segunda, solo pintando la superficie de los ojos en realidad. Luego de pensar un tiempo más en que sería algo que me representará correctamente, decidí que una de las cosas que me define es mi humor sarcástico, eso acompañado de un gesto que siempre me encanta hacer, y que me caracteriza: sacar la lengua. Ya sea para una foto, para bromear, para hacer reír, por euforia, o simplemente porque quería hacerlo. Es por esto que decide hacer lo mismo con mi máscara, busque un rato el color perfecto, no logre acercarme mucho al que quería, pero bueno. De todas formas la pinte y quedo bastante bien hasta ese momento, fue un poco extraño verla, ya que parecía una máscara del grupo musical "Kiss", quizás había algo de inspiración, pero no era lo que quería que pareciera, por eso opte a aplicarle más colores más tarde, porque en esa misma clase no alcanzaría a terminarla.

Máscara en proceso, por favor esperar unos minutitos...
Ya viendo lo que iba resultando con mi máscara, comencé nuevamente a reflexionar sobre lo que representaba esta impresión tan, no lo sé, tan... "concreta" de lo que era yo, de lo que era mi persona, mi personalidad, de que esta mascara era yo, era la representación de lo que soy, y de quien soy, esa mascara intentaba representarme a mí, pero más bien; intentaba ser yo. Ser Michael Santander, estudiante de Terapia Ocupacional de la U. de Chile, extrovertido, cariñoso, positivo, deportista, músico, hijo, hermano, tío, pololo, y muchas otras cosas más. Cuando uno se queda reflexionando este tipo de cosas, surgen muchas preguntas sobre si lo que eres, o el cómo vives tu vida es lo correcto. Sobre si las decisiones que has tomado a lo largo del tiempo han sido las correctas, en cuanto a mí, me gustaría decirles que yo jamás, pero jamás me arrepentiré de ninguna.

Materiales, prueba del trabajo realizado

¿Solo música, o más bien, la expresión de tu alma?

La música es una de las más antiguas formas de expresión del hombre, más teóricamente es: “el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos sico-anímicos”, pero en lo que concierne a mí, es más que eso, es la forma de expresarse más hermosa que jamás se haya inventado o descubierto, pues la música es la expresión del alma pura y sincera, todo esto  mediante la simple utilización de instrumentos que generen sonido consistente y con ritmo,  viendo esto para la clase que nos tocaba tener debíamos llevar cada uno un instrumento para poder tocar, en cuanto a mi me hubiera encantado poder llevar mi teclado eléctrico, pero para ser sinceros era un poco complicado hacerlo, otro instrumento que me hubiera encantado poder llevar era un berimbau, instrumento importantísimo en la “batería” que se compone para las “rodas de Capoeira", pero debido a la lejanía con mi verdadera casa, era aun más difícil, al final opte por utilizar un yembe, el cual se encontraba en la misma escuela, ya con mi instrumento en mano me dirigí a la clase. 

Todos estábamos bastante emocionados, se podía sentir en el aire, y bueno en nuestros oídos, porque todos querían tocar en aquel momento sus instrumentos para demostrar sus cualidades, la profesora nos detuvo, debimos colocar los instrumentos en el suelo, en una especie de círculo en el que se encontraban todos los instrumentos por haber.
Diversidad Instrumental
Había de todo desde guitarras, pasando por flautas, un violin, el yembe, y hasta un computador con un piano electrónico, en fin de todo, nos dispusimos en 2 grupos, el primero debía dar una vuelta al círculo y escoger el instrumento que más le llamará la atención, se fueron muchos instrumentos en aquel momento, dentro de los que quedaron nos tocaba al resto escoger, entre los instrumentos que habían, uno me llamó la atención sobre el resto: una armónica. Creo que fue así porque jamás en mi vida había tenido la oportunidad de tener una en mis manos y de, por lo tanto, tocar una, entonces la tomé, ya con mi instrumento en mano lo observe bien, trate de entender el cómo funcionaba, más allá del obvio hecho de que  necesitaba aire para sonar.  Comenzamos a tocar los instrumentos que teníamos en nuestras manos, era un caos sonoro, como diría mi antiguo profesor de música; era una “orgía instrumental”.


Se debía tocar según las distintas emociones que la profesora nos indicaba, estas iban desde alegría, tristeza, furia, tranquilidad, y muchas otras. Pasamos a organizarnos en grupos según nuestros instrumentos, me fui directo con los de viento, allí debimos generar una especie de canción, más bien una melodía la cual debíamos mostrar al resto, nos bautizamos como grupo “Ráfaga”, intentamos organizarnos, no fue fácil, debido a la complejidad de unir nuestros instrumentos, pero se logró algo decente, después de todo el humor nos mantuvo entretenidos.

Más allá de una simple perspectiva...