La historia continua, pero no termina todavía. Hoy le toca
al segundo grupo volverse los protagonistas de este teatro antiguo, llevado al
tiempo actual (ya vendrá mi oportunidad, la espero con ansias). El cometido era
distinto esta semana, lo que debían hacer era traer un objeto, que fuera
importante, que les recuerde a alguien, o que con el hayan pasados gratos
momentos, un objeto cuya existencia te hace recordar la felicidad en sí, y que
por lo tanto sería un objeto del cual no podrían desprenderse jamás en su vida,
bajo ninguna circunstancia (o por lo menos eso creían).
Ya en la clase en sí los objetos eran varios; peluches,
cadenas, libros, anillos, y gran variedad más. Se volvieron a apagar las luces,
se cerraron las cortinas, se volvió a hacer aquel "circulo sagrado",
protector y guardián de historias, en una primera instancia nos quedamos de pie,
pero con el pasar del tiempo, terminamos sentándonos todos en el suelo frío, en
un clima de cercanía.
Los objetos son únicos |
Pero esperen falta una última sorpresa, algo que cambiaría todo
el sentido a estos "amuletos", que nuestros compañeros traían
consigo, el profesor les explico porque los habían traído en realidad, resulta
que no solo debían contar sus historias, sino, que también debían regalar y
desprenderse de aquel objeto que tenían en sus manos, al menos simbólicamente,
debían dárselo a una persona dentro del mismo círculo, que quisieran, o que
creyeran le serviría tener aquel amuleto, ya con esto aclarado, las historias
comenzaron a surgir. Nos volvimos nuevamente empáticos ante ellas, eran
historias de vida muy variadas y distintas (obvio todos los somos), pero
algunas con una pizca de cercanía entre algunas, en lo que corresponde a mí,
personalmente, me sentí identificado con algunas, eran experiencias que yo
también había vivido, solo que en un contexto clara y totalmente distinto.
Podía entender hasta cierto punto que sentían algunos de ellos, aunque en
realidad jamás fuera exactamente lo mismo.
El circulo se ha formado |
Las historias serían avanzando y mientras la gente se
expresaba, desquitaba, o simplemente abrían su vida ante el resto, y con esto
se "liberaban" en cierta forma de algunas ataduras, más aun cuando se
desprendían de aquel objeto tan importante en sus vidas y se lo entregaban a
otro compañero en manera de cariño y apoyo.
Algo muy importante me quedó de todo esto, a gran diferencia
de la mayoría de los que estaban exponiendo, mi pensamiento ante los objetos es
distinto, me explico, muchos de ellos decían no encariñarse ni apegarse mucho a
estos, ya sea por distintos motivos, pero en lo que concierne a mí, yo soy muy
apegado a estos, no en el sentido material, sino en el espiritual, para mi cada
objeto tiene una historia, cada uno de los que yo atesoro, o representan un
gran momento en mi vida o a una persona importante para mí, algunos hasta ambas, es por eso que yo soy más apegado a estos, y debo decirles que son muchos los que guardo y atesoro con mi vida.
Amuletos varios |
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