La música es una de las más antiguas formas de expresión del
hombre, más teóricamente es: “el arte de
organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y
silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y
el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos sico-anímicos”,
pero en lo que concierne a mí, es más que eso, es la forma de expresarse más
hermosa que jamás se haya inventado o descubierto, pues la música es la
expresión del alma pura y sincera, todo esto mediante la simple utilización de instrumentos
que generen sonido consistente y con ritmo, viendo esto para la clase que nos tocaba tener
debíamos llevar cada uno un instrumento para poder tocar, en cuanto a mi me
hubiera encantado poder llevar mi teclado eléctrico, pero para ser sinceros era
un poco complicado hacerlo, otro instrumento que me hubiera encantado poder
llevar era un berimbau, instrumento importantísimo en la “batería” que se
compone para las “rodas de Capoeira", pero debido a la lejanía con mi verdadera
casa, era aun más difícil, al final opte por utilizar un yembe, el cual se
encontraba en la misma escuela, ya con mi instrumento en mano me dirigí a la
clase.
Todos estábamos bastante emocionados, se podía sentir en el
aire, y bueno en nuestros oídos, porque todos querían tocar en aquel momento
sus instrumentos para demostrar sus cualidades, la profesora nos detuvo,
debimos colocar los instrumentos en el suelo, en una especie de círculo en el
que se encontraban todos los instrumentos por haber.
Diversidad Instrumental |
Se debía tocar según las distintas emociones que la
profesora nos indicaba, estas iban desde alegría, tristeza, furia,
tranquilidad, y muchas otras. Pasamos a organizarnos en grupos según nuestros
instrumentos, me fui directo con los de viento, allí debimos generar una
especie de canción, más bien una melodía la cual debíamos mostrar al resto, nos
bautizamos como grupo “Ráfaga”, intentamos organizarnos, no fue fácil, debido a
la complejidad de unir nuestros instrumentos, pero se logró algo decente,
después de todo el humor nos mantuvo entretenidos.
Más allá de una simple perspectiva... |
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